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Autopsia de una lectura: Cuentos de Chéjov
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Autopsia de una lectura: Cuentos de Chéjov

En este capítulo, Autopsia de una lectura: Cuentos de Chéjov, abrazamos la narrativa breve de Antón Chéjov, un autor que nos acerca a la Rusia decadente de finales del siglo XIX y principios del XX: una Rusia, en vísperas de la revolución que el no vivió, que asiste a la degradación económica, cultural y moral de la nobleza latifundista.

  • Chéjov, Antón. Cuentos de Chéjov. Barcelona: Editorial Alma, 2019. ISBN: 9788417430-83.2. Incluye: El beso, Enemigos, Campesinos, El hombre enfundado, La dama del perrito y El obispo.


El realismo fue un movimiento estético que aspiraba a la semejanza más exacta posible entre representación y realidad. Esta tendencia, que se manifestó en pintura, escultura, literatura y teatro, surgió formalmente en la Francia del siglo XIX, como reacción a la subjetividad individual del Romanticismo y asimiló la influencia del racionalismo, el positivismo y la tradición de la Ilustración francesa, que privilegiaba el intelecto humano y el conocimiento de la realidad por encima de las emociones y el mundo subjetivo. Para los escritores enmarcados en este movimiento, la búsqueda de objetividad del realismo es una forma de comprender y hacer crítica de las situaciones sociales de una época.

Y si bien es cierto que este movimiento fue global, es en Rusia donde este alcanza un intenso desarrollo, contextualizado por un momento de grandes cambios en Rusia. La abolición de la servidumbre en 1861, la modernización del país y la creciente industrialización generaron una nueva clase social de burgueses y proletarios que demandaban una literatura más cercana a su realidad. Además, el Realismo ruso en la literatura se desarrolla en un contexto de censura y represión política, lo que llevó a los autores a buscar nuevas formas de expresión para representar la realidad de su país.

Fiódor Dostoyevski, que explora temas como la culpa, la redención y la religión, León Tolstói, cuya narrativa se caracteriza por la descripción minuciosa de la sociedad rusa de la época y de la guerra contra Napoleón y Antón Chéjov, cuyas obras de definir por su realismo psicológico enfocado en temas como la soledad, la muerte y la decadencia de la nobleza rusa, son tal vez los autores más destacados del Realismo literario ruso. Estos representan una corriente eminentemente crítica y comprometida con la realidad que les rodea, marcada por los cambios de un siglo de contrastes como es el siglo XIX. Con orígenes y visiones totalmente diferentes, sus relatos patentizan una temática afín, relacionada con el ser humano y su realidad circunstancial, la necesidad del cambio y los errores de una sociedad que tendían al inmovilismo.

Y frente al posicionamiento filosófico y la gran tradición novelística de Dostoievski o Tolstoi, Chéjov, un autor que suele ser erróneamente considerado un escritor alejado del razonamiento, más un narrador que filósofo, decide explorar, de forma deliberada, la narración breve. Inmerso en las corrientes literarias del realismo y el naturalismo, Chéjov se erige como un maestro del relato corto. Su aguda observación de la vida cotidiana y su habilidad para destilar la esencia humana en prosa han hecho de sus cuentos una ventana a la complejidad de la experiencia humana.

Antón Chéjov es uno de los mejores dramaturgos de la historia de la literatura y un maestro del relato corto. Su perfección técnica únicamente es comparable a su rigor, expuesto en el famoso principio del «arma de Chéjov»: una historia sólo funciona si se eliminan los detalles superfluos. Chéjov concibe sus relatos como un retrato indirecto de uno o dos personajes que representan vidas concretas y anónimas de la Rusia de su tiempo. Este retrato tiene por objeto revelar la imagen esencial que constituye el destino de una persona. Tal retrato es el resultado de la intersección de dos historias: un relato externo, evidente y explícito, y otro interno, secreto e implícito, de carácter ético-moral, aunque sin moraleja.

Cuentos de Chejóv es una recopilación de relatos cortos representativos de la obra de este autor, tanto por temática como por cronología interna. Los relatos incluidos son El beso, Enemigos, Campesinos, El hombre enfundado, La dama del perrito y El obispo.

Pocos autores han captado como Antón Pávlovich Chéjov, los matices, la personalidad y las motivaciones de sus personajes. No en vano, inspiró el llamado método Stanislavski de interpretación, que debe su nombre al director del Teatro del Arte moscovita. Esta preocupación por el retrato de personajes es uno de los pilares de su ingente obra breve. Porque Chejov es un profundo conocedor del alma humana. El ejercicio de la medicina lo llevó a tratar con todo tipo de pacientes, lo que le proporcionó una visión completa de la sociedad rusa de su época.

De aquí se deriva un retrato perfecto y complejo de personajes, en el que todos los actos tienen un porqué: la bondad y la ternura de Olga, la abnegada mujer sobre la que se sustenta la trama de «Campesinos»; el idealismo tan pueril como platónico del teniente Riábovich en «El beso»; el rencor y la incomprensión mutua del doctor Kirílov y su paciente Aboguin en «Enemigos»; la neurosis asocial del Bélikov de «El hombre enfundado»; el callejón sin salida de ese donjuán enamorado que es el Gúrov de «La dama del perrito» o la pasión y muerte, tan perfectamente sincronizadas con la Semana Santa, que sufre «El obispo» Piotr.

Pero esa mezcla de esperanza y pesimismo es también una suerte de autobiografía inconfesa, tanto más amarga cuanto más se acerca a su final prematuro, con apenas cuarenta y cuatro años.

Si el relato La dama del perrito, escrito en 1899, es un trasunto de su matrimonio tardío con la actriz Olga Knipper, El obispo, escrito en 1902, el penúltimo de sus casi 250 relatos, nos habla de la muerte que Chéjov, cuyos síntomas conocía dada su profesión, veía acercarse sin remedio. Con todo, ninguna imagen resulta tan turbadora como el comienzo del relato Enemigos, de 1887: ese niño muerto no es sino el propio Chejov veinteañero a quien le acaban de diagnosticar la tuberculosis que a la postre acabará con su vida.


La dama del perrito.

Dmitri Gúrov es un banquero de Moscú, casado y padre de tres hijos. Infeliz en su matrimonio, comienza a engañar repetidamente a su esposa. Estando de vacaciones en Yalta, Gúrov observa pasear a una mujer con su perro junto a la costa e intenta seducirla. Se entera así que ella, Anna Serguéyevna, también se encuentra de vacaciones, alejada de su esposo. Comienza un affaire entre ambos: van juntos a todas partes, en particular, al municipio de Oreanda. Finalmente, cada uno parte a su hogar. De regreso a su vida diaria, Gúrov espera olvidar pronto a Anna, pero se da cuenta de que no puede hacerlo. Así, aprovechando un viaje de negocios a San Petersburgo, decide visitar el pueblo de Anna y reencontrarse con ella. Una vez allí, pide indicaciones del hogar de la joven al portero del hotel donde se aloja. Intenta ir a buscarla, pero la impresión de que ella ya lo habría olvidado lo hace desistir. Regresa al hotel y toma una larga siesta y deprimido. Por la tarde, Gúrov recuerda que en el pueblo iban a dar una función en el teatro. Decide ir, con la esperanza de ver a Anna y a su esposo, lo que finalmente ocurre. Aprovechando que el esposo de Anna se había alejado para fumar un cigarro, Gúrov la confronta y ella huye de él, pero luego le confiesa que no ha dejado de pensarlo; le ruega que se marche bajo la promesa de que lo visitaría en Moscú. Para hacer el viaje, Anna explica a su esposo que se marchará para ver a un médico, excusa que él cree, pero a la vez no. Mientras tanto, Gúrov cae en la cuenta de que, por primera vez en su vida, se ha enamorado, y reflexiona en cómo continuar. La historia termina con él y Anna juntos, haciendo planes para su futuro.

Este relato, uno de los más populares de la literatura universal, nos cuenta cómo surge el amor entre dos personas, Anna y Gúrov, y su pasión los transforma. Un relato con el Chéjov en realidad no escribe sobre personas que buscan y luchan por su felicidad, sino que es una reflexión íntima sobre los que se entregan al flujo de la vida.


El obispo.

Pyotr, el obispo del convento de Staro-Petrovski, se siente débil e indispuesto. Durante el servicio vespertino, en vísperas del Domingo de Ramos, mientras reparte la palma, ve entre la multitud a una mujer que se parece a su madre a la que no veía desde hacía nueve años. Sin ninguna razón en particular, las lágrimas comienzan a fluir de sus ojos... Cansado y en una especie de neblina, regresa a la habitación de su monasterio, aunque más tarde se entera por el padre Sysoi, un hermano lego, que su madre había venido a visitarlo, trayendo consigo su Katya, una sobrina de ocho años. Esto le produce una gran alegría, pasa la noche en ensoñaciones... Pero también es incapaz de dormir porque su estado empeora y parece tener fiebre.

Al conocer a la madre y al niño, Pyotr se siente feliz y eufórico, pero un sentimiento extraño se apodera de él: parece como si la anciana fuera demasiado tímida, demasiado respetuosa en su presencia, mientras que aparentemente se siente totalmente relajada y alegre mientras charla con el viejo Sysoi. Durante los próximos días, Pyotr está muy ocupado: oficia en la catedral de la ciudad, va a la casa del obispo diocesano, luego ve a la esposa de un general que está muy enferma... Y cada vez más, todas estas cosas en las que está involucrado le parecen cada vez más insignificantes. Sucumbiendo a la enfermedad, se enoja cada vez más con las personas que lo rodean, con ninguna de las cuales se siente capaz de hablar. Está abrumado por un deseo irracional de estar en el extranjero.

Pasa otra noche de insomnio. Por la mañana, Pyotr comienza a tener hemorragias intestinales. Sysoi se apresura a buscar un médico, que reconoce la fiebre tifoidea. Después de una hora de sangrar, Pyotr adelgaza y palidece. El sábado por la mañana, un día antes del Domingo de Resurrección, muere Pyotr. Un mes después llega un nuevo obispo al pueblo y todos se olvidan del fallecido. Su madre se marcha a un pueblito remoto para vivir con su yerno.

Chejov se mete dentro de este obispo agonizante y describe los monólogos, angustias y alegrías tardías que siente este buen obispo. El autor finaliza la historia, describiendo el domingo de Resurrección soleado, con el cielo azul ilimitado, las tórtolas y las abubillas cantando, los prados tejidos de flores multicolores, mientras los fieles se dirigen a la Iglesia a la liturgia de la Resurrección.


El beso.

El beso, publicado en 1887, narra la historia de un capitán de artillería llamado Riabovich, quien vive una experiencia fortuita que alterará su vida. Durante una parada de rutina, Riabovich y otros oficiales son invitados a tomar el té en casa del general von Rabbek. Ahí se desarrolla una velada donde participan otras personas además de los militares, entre ellos varias mujeres. La velada pasa de un simple evento de té a un despampanante baile; los tímidos se van a jugar billar, entre ellos Riabóvich. Para este, el juego de billar no le parecía entretenido porque no había jugado en su vida, decide volver al salón del baile y en el camino se pierde. Mientras se encontraba en un cuarto oscuro, intentando volver junto a los otros invitados, una mujer penetra en el lugar y le da un impetuoso beso en la mejilla. Riabóvich salió de la habitación buscando encontrar la velada y así lo hizo; se puso a mirar a las damas del baile buscando quién podría ser la mujer que lo beso, agobiado por el pensamiento de que posiblemente ese beso era para otro.

La velada termina, la brigada vuelve al campamento y Riabóvich solo pensaba en que ese beso le había abierto un mundo diferente al conocido, sus pensamientos se mantenían en las nuevas sensaciones y en la portadora del beso encantador. La brigada tiene que desplazarse del pueblo y cambiar de puesto, pasaron varios días donde el capitán ayudante seguía con los mismos pensamientos y así fue hasta que volvió al pueblo.  Al volver esperó inútilmente al mensajero que los invitara de nuevo a la casa del general Von Rabbek. Sus esperanzas cada vez declinaban con mayor fuerza. Poco a poco, la ilusión se fue perdiendo hasta que, al llegar una nueva invitación, este la rechazó.


El hombre enfundado.

En el cuento El Hombre Enfundado, tres amigos al verse sorprendidos por un temporal, se refugian en casa de uno de ellos. Mientras esperan a que amaine, pasan la noche y cuentan una historia: la de Belikov, el profesor de griego.

Era respetado en el pueblo, pero se le temía. Un hombre que se abrigaba de los pies a la cabeza y mientras más ropa llevaba se sentía mejor. Sus conciudadanos le veían con extrañeza, sin embargo, sus opiniones sobre cualquier cosa les parecía lo más acertado y entonces seguían ciegamente sus consejos. Si a él le parecía mal cómo se conducía un miembro de la sociedad, de acuerdo a un personal sistema de valores, transmitía de tal modo sus aprensiones a sus colegas que éstos, aunque perplejos, se dejaban influenciar por él y terminaban haciendo lo que Belikov insinuaba se hiciera. Bastaba una expresión suya en contra de quien creyera había violentado unas normas que él tenía como sagradas, para que todos se inclinaran a su favor.

Termina Belikov enamorándose de una bella mujer, hermana de un profesor que llega al mismo colegio donde él era maestro. Por extraño que pudiera parecer, debido a la peculiar forma de ser del profesor, iba muy bien la relación, alentada por sus colegas y la gente que lo rodeaba, hasta que un día, durante una excursión escolar, vio a la mujer en bicicleta, junto a su hermano. Se puso tan mal que no terminó la excursión y se fue a su casa. Al día siguiente, encaró al hermano. Más enfundado que nunca, le echó en cara que no era bien visto que él ni su hermana se pasearan así. Pero… por primera vez, escuchó a alguien que lo retó. Belikov se marchó disgustado a casa. Enfermó y, pasado un mes, falleció. La gente del pueblo acompañó el féretro. Rodaron algunas lágrimas de su prometida Varenka, pero al final, los habitantes reconocieron secretamente que con su muerte habían ganado libertad.

En sus relatos, a Chéjov le gustaba contrastar el mal tiempo del mundo con el clima más benigno de los alojamientos humanos. Le gustaba sacar a sus personajes de ventiscas y tormentas de lluvia y meterlos en interiores cálidos y confortables. Chéjov odiaba el frío y gustaba de los rincones cálidos, pero sabía que la recompensa estaba en el frío. El autor aborda en su obra diversas variantes del mismo tema: el peligro de aislarse de la realidad. La insistencia en la idea del hombre que prefiere estar ciego, sin abrir la puerta de la realidad, es una de las ideas capitales de su obra.


Antón Pávlovich Chéjov nació en 1860 y falleció en 1904. Fue un cuentista, dramaturgo y médico ruso. Encuadrado en las corrientes literarias del realismo y el naturalismo, fue un maestro del relato corto, y es considerado uno de los más importantes autores del género en la historia de la literatura. Chéjov combinó la escritura con la medicina en cuanto acabó la carrera, ya que su padre había sufrido una bancarrota y se vio obligado a mantener a la familia. La crítica moderna considera a Chéjov uno de los maestros del relato. Y dentro del teatro ruso se le considera como un representante fundamental del naturalismo moderno.

Sus obras dramáticas, lo mismo que sus relatos, son una crítica constante de la sociedad que le tocó vivir, la Rusia anterior a la revolución de 1905, donde refleja la inquietud de sus personajes por crear un mundo mejor… y su frustración. Para presentar estos temas, Chéjov desarrolló una nueva técnica dramática, que él llamó de “acción indirecta”. Para ello diseccionaba los detalles de la caracterización e interacción entre los personajes más que el argumento o la acción directa. En una obra de teatro de Chéjov muchos acontecimientos dramáticos importantes tienen lugar fuera de la escena y lo que se deja sin decir es muchas veces más importante que las ideas y sentimientos expresados. Su estilo es preciso, depurado de cualquier detalle superfluo y aparentemente sencillo. Sus tramas nunca son complicadas e incluso, en ocasiones, pueden parecer triviales, pero bajo la superficie, se puede intuir que la trama esconde un secreto, un drama, una motivación. Chéjov es un maestro absoluto en el tacto emocional y el dibujo de los personajes, con inclinación al miramiento crítico en unos textos impregnados de sensibilidad y sentido del humor.

Chéjov apenas vivió cuarenta y cuatro años y sus veinte años de labor literaria pueden dividirse en tres etapas: una etapa inicial, desde 1880 hasta comienzo de 1886, de aprendizaje y experimentación narrativa, periodística y dramática cuyo primer cuento Carta a un vecino erudito se publicó el 9 de marzo de 1880; una segunda etapa de madurez que se extiende desde febrero de 1886 hasta finales de 1893, en la que se consolida tanto su poética narrativa como teatral, y es reconocido como un gran cuentista y narrador; y un periodo final, de 1894 a 1904, marcado por la tuberculosis y por el desarrollo de su obra dramática, así como por la escritura de cuentos considerados obras maestras absolutas de la literatura universal. 1886 y 1887 son los años más prolíficos de Chéjov. En 1886 publicó más de cien cuentos, y unos cincuenta en 1887. Durante su vida de escritor, Chéjov publicó más de seiscientos cuentos.

Si bien Chéjov ya era reconocido en Rusia antes de su muerte, no se hizo internacionalmente reconocido y aclamado hasta los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, con la aparición de las primeras traducciones al inglés. Las mismas se hicieron tremendamente famosas en Inglaterra en la década de 1920 y se convirtieron en todo un clásico de la escena británica.

De su narrativa podemos mencionar algunos títulos como Cuentos de Melpómene, Relatos abigarrados, En el crepúsculo, Discursos inocentes, Los niños, Gente sombría, La sala número seis, Relatos y cuentos y Campesinos y Mi vida.

De su producción dramaturga, mencionaremos las obras desarrolladas en cuatro actos: Ivánov, El espíritu del bosque (primera versión de Tío Vania), La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas, El jardín de los cerezos y Platónov. Y algunas obras de teatro de un solo acto escritas que podemos mencionar son En el camino real, Sobre el daño que hace el tabaco, El canto del cisne, El oso, Petición de mano, Un trágico a pesar suyo, La boda, Tatiana Répina, La noche antes del juicio y El aniversario.

Chéjov falleció en 1904 causa de la tuberculosis que padeció durante toda su vida.


Autopsia de una lectura es una de nuestras sagas de pods favoritas. En esta diseccionamos aquellas obras, normalmente antologías o compilaciones de relatos cortos, cuentos o poemarios, que aglutinan una serie de composiciones de breve extensión, normalmente de diferentes autores. Nuestro primer podcast de esta saga fue El lado negro de Suecia, en el que se recopilaban narraciones breves de escritores de novela negra y policíaca de este país del norte de Europa. El segundo fue Damas oscuras: cuentos de fantasmas de escritoras victorianas eminentes, una antología de narraciones de escritoras desde 1830 hasta 1900, cuyos relatos se inspiran en castillos abandonados, abadías siniestras, frías mazmorras, grandes y misteriosas mansiones, bosques oscuros, páramos tenebrosos, criptas y cementerios poblados de fantasmas, maldiciones e, incluso, monstruos.

El tercer podcast de lecturas diseccionadas fue Si las mujeres mandasen. Este supuso un recorrido por algunos de los textos que contribuyeron a sentar las bases de la defensa de la dignidad, la inteligencia y el potencial humano de las mujeres durante la primera ola feminista. En el cuarto de la saga, Maestras del engaño, estafadoras, timadoras y embaucadoras de la historiahicimos una disección de una colección de las mejores falsificadoras, embaucadoras, embusteras, actrices de lo falso, visionarias espiritistas o fabuladoras magistrales... pero también, mujeres ingeniosas, valientes, descaradas y nunca violentas. El quinto capítulo de la saga fue Africa39, New Writing from Africa South of the Sahara. En esa ocasión nuestro camino libresco se desarrolló por una ambiciosa compilación de 39 escritores africanos menores de 40 años, que representan a diecisiete países al sur del Sahara y que transita desde las historias de amor, escritos que intentan cerrar la brecha entre la poesía y la prosa, textos políticos, escritura criminal, relatos que ofrecen una mirada al futuro lejano hasta narraciones que reimaginan eventos históricos. El sexto pod de esta saga fue Cuentos completos de Leonora Carrington. En esta ocasión diseccionamos una antología de intensos relatos cortos de Leonora Carrington, una de las artistas más prominentes del movimiento surrealista.

También cabe mencionar que este podcast de lecturas diseccionadas, Cuentos de Chéjov está hermanado con el pod que se publicará en un futuro próximo, Del XIX al XX, narrativas de la madre Rusia.

Si son de su interés, nuestros pods están disponibles en las principales plataformas de podcasting, entre ellas, en nuestro canal de Apple Podcast, Spotify, Ivoox y por supuesto, en nuestro web, labiblioteca.org.


La televisión pública de España (TVE) realizó el documental El teatro de siempre en el que realiza un magnífico análisis de la obra del dramaturgo Antón Chéjov y su teatro.


Fuentes consultadas:

  • Castro, Guillermo (2020). Antón Chéjov: Cinco Novelas Cortas. En: Mi encuentro con la literatura (9 de mayo). Recuperado de: enlace

  • Verso, Laura di (2019). 3 cuentos imprescindibles de Anton Chéjov. En: Zenda (8 de mayo). Recuperado de: enlace

  • Gúzeva, Alexandra (2022). 10 cuentos de Antón Chéjov que deberías leer al menos una vez en la vida. En: Rusia Beyond (5 de febrero). Recuperado de: enlace

  • Orozco M., Nicolás (2024). Del cuento al cortometraje: «El beso» de Chéjov y Tafur. En: Revista Horizonte Independiente (3 de marzo). Recuperado de: enlace

  • Cuentos de Chéjov: humor, sutileza y verdad. En: Literartura europea (3 de marzo). Recuperado de: enlace

  • Gúzeva, Alexandra (2024). Las razones por las que deberías comenzar a leer a Chéjov ahora mismo. En: Rusia Beyond (1 de agosto). Recuperado de: enlace

  • Tharl (2024). Excelente Chéjov, prescindibles comentarios. En: Sopa de libros. Recuperado de: enlace

  • ¿Quién es Antón Chéjov?. En: Literatura.us. Recuperado de: enlace

  • González Serrano, Carlos Javier (2016). Antón Chéjov: el retratista de lo trágico en las pequeñas cosas. En: El vuelo de la lechuza (25 de septiembre). Recuperado de: enlace

  • Antón Pávlovich Chéjov: La Maestría Literaria entre Realismo y Teatro (2023). En: Voyaleer (29 de agosto). Recuperado de: enlace


Si le interesa adquirir alguno de los títulos mencionados en este podcast, le compartimos algunos enlaces. Estas son nuestras sugerencias:

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